martes, 31 de marzo de 2009

NIÑOS Y NIÑAS ÍNDIGOS ¿MITOS O REALIDAD?

NIÑOS Y NIÑAS ÍNDIGOS ¿MITOS O REALIDAD?
Autoras:
Profa. Keidys González.
Profa. María G. Villarroel.
Profa. Carmen Velásquez.


En la actualidad estamos viviendo cambios acelerados en todos los aspectos que a simple vista ya no podemos ignorar o negar y el ejemplo mas claro; es el que nuestro planeta está cambiando y lo demuestra en sus manifestaciones meteorológicas como lo son: cambios climáticos: inundaciones, tormentas, tifones, huracanes. Por otro lado se manifiesta los cambios geológicos como son: activación de erupción de volcanes, también es de mencionar los notorios cambios políticos, económicos, espirituales; pero la mayor confirmación que hubo en el siglo pasado lo tenemos en casa con los niños y niñas índigo: Una nueva raza humana, más sensibles y democrática, menos autoritaria y manipuladora. Se trata de seres especiales, sólo que a diferencia de éstos traen consigo la tarea de propulsar cambios en la humanidad, no son niños (as) azules sino que se les denomina así por su aura o campo energético NIÑOS INDIGOS.

La aparición de estos niños (as) de aura azul se acentuó en la década de los 80 y se estima que han estado encarnado en la tierra en los últimos 100 años; después de la segunda guerra mundial, un número significativo de ellos nació y son los hombres y mujeres de hoy con características muy particulares de los niños (as) “normales”.

Según Paoli, 1999, está nueva raza ya abarcaba el 80% de la población infantil, por lo general en niños y niñas menor de diez años de edad.

Entre las características o dones resaltantes encontramos: Liderazgo, originalidad, calma interna, experto en recursos, energía de sanación, equilibrado sentido de riesgo, entusiasmo, creatividad, independencia, responsabilidad, capacidad de convocatoria, innovación, carisma, solidaridad, autonomía, humildad. Vale mencionar que para que estás cualidades puedan expresarse, los índigos necesitan ser apoyados por un entorno socio-familiar adecuado.

Los niños índigos son una raza suprema que a su vez tiene sus especificidades según su propósito; encontrando los HUMANISTAS , que son los que trabajan con masas y son muy hiperactivos y son extremadamente sociables, también encontramos los índigos CONCEPTUALES, se interesan más por proyectos que por personas, siendo éstos pocos torpes, por el contrario muy atléticos, el ARTISTA es otro tipo de índigo que se caracteriza por ser mucho más sensible y su cuerpo a menudo es más pequeño, está más inclinado hacia el arte. Otro no menos importante es el niño(a) INTERDIMENSIONAL es mucho más grande que los demás desde el punto de vista de la estatura; son ellos los que traen nuevas filosofías y espiritualidad a este mundo.

Un índigo es un buscador de su Auténtico Sí Mismo. Es un Guerrero. Es un Revolucionario, por ende el docente del siglo XXI debe poseer las mismas características.

Tomando en cuenta las afirmaciones de Paoli 1999 donde dice que más del 80% de los niños son índigos; éste debe generar en el docente la inquietud de indagar sobre ésta novedad y reto que significar determinar si nuestros niños (as) (vecinos, estudiantes, hermanos, primos, hijos) pertenece a ésta raza, para luego obtener ciertas orientaciones, de cómo se debe tratar a un niño (a) con éstas características.

La naturaleza tan cambiante de la raza humana nos invita a sumergirnos en el mundo del conocimiento de estos niños (as) tan particulares, es una paradoja que en siglo XXI muchos docentes no conozcan lo que representa el ser índigo y más aun si poseen éste conocimiento no asumen la responsabilidad en cuanto a su formación. Cabe agregar entonces que a partir del 2000 se denota la superación de estos seres especiales por los nuevos niños Cristales y Diamantes que vienen a ser hermanos de los niños(as) antes mencionados.

Según las investigaciones que hagamos al tema, será nuestra praxis como docente, madres y padres que nos lleve a develar si esto es realmente un mito o una realidad.

“UN INDIGO NO BUSCA PROMOVER EL CAMBIO, ÉL ES CAMBIO”

3 comentarios:

Alberto Muñecas dijo...

Me pregunto entonces, si aceptamos la discutible idea de una nueva raza de humanos superiores, que misión cumple el docente con estos niños, debemos como docentes entendernos como inferiores. Pregunto más, ¿Que hace el sistema educativo con estos seres fuera del patrón, los uniformiza, los lima, los nivela al común?
Este primer planteamiento me lo hago como docente observador del trabajo que regularmente hacemos y a aquella frecuente observación del docente para los padres, es que el niño es muy inquieto, hay que insistirle en que sea más tranquilo en clase, pues interrumpe el normal desenvolvimiento del curso.
Que es esto? un error o la puerta de entrada a un nuevo orden educativo?
El otro planteamiento tiene que ver con eso de una nueva raza, de entrada me recuerda el planteamiento mazista para ir a la guerra en contra de los inferiores.

Alberto Muñecas dijo...

He encontrado este planteamiento con el que me siento más tranquilo al calificar a los niños indigo y lo someto a la consideración:
"El neurólogo Felipe Cors aseguró que los índigo “son seres humanos como cualquier otro y no hay que andar pensando que son de primera o segunda categoría. Esa es una postura bien peligrosa, porque los niños deben tener todos las mismas prerrogativas”.

Según lo explicó el profesional, los índigo son como adultos en cuerpos de niños, con una sabiduría que llama la atención para su edad. Tiene una capacidad especial para aprender todo lo relacionado con tecnología, “por ejemplo, captan muy rápido el manejo de un celular o un computador”, aclaró.

Su sensibilidad es extrema y son capaces de captar rápidamente si alguien en su presencia tiene algún problema o tristeza. “Por esto mismo tienen muy buena salud, porque perciben desde su emocionalidad lo que les hace bien, de manera que se rodean de quienes les dan tranquilidad y se alimentan de lo que les resulta saludable. Esta es la razón por la que, en general, no comen carne”, dijo el neurólogo.

Son muy cariñosos con las personas que los rodean y tienen mucha facilidad para las cosas artísticas, especialmente la música. Se los puede reconocer físicamente porque la mayoría tiene una frente amplia y abultada, con ojos grandes. “Ninguna de las características es aplicable a todos. Fácilmente se puede caer en el error de llamarle índigo a un niño mañoso que no le gusta la carne”, se apresuró en aclarar Cors."

Keidys González dijo...

Buenas tarde mis queridos compañeros quiero compartir con ustedes algunos cosas que se me vienen a la mente sobre este tema tan importante.
Los niños Índigo es una realidad en los distintos subsistemas de la educación venezolana.
La Práctica Pedagógica debe ser considerada como una ciencia, que como tal, trabaja con hechos provenientes de la realidad. Partiendo de esta premisa, la diversidad se convierte en uno de esos materiales de investigación. Este es el punto de partida; todo educador comprometido con su tarea debe pensar como trabajar con la diversidad.
Hablar de niños y niñas con características Índigo, se ha convertido en un tema controversial y que en algunos casos produce incertidumbre en docentes, padres y representantes. Desde esta perspectiva la acción docente debe estar orientada, integrada y adaptada a las necesidades particulares de estos niños y niñas que cada día se hacen más frecuentes en nuestras aulas, y es que esta nueva raza humana ya ha sido superada por los niños (as) cristales y niños(as) diamantes esto lo que nos quiere decir es que el compromiso crece cada día más y no podemos quedarnos con los brazos cruzados mis estimados colegas, debemos asumir el reto y sobre todo divulgar y crear estrategias innovadoras para esta atención así no tengamos niños(as) índigos, cristales, diamantes en nuestras aulas, pues hay que de igual forma manejar este conocimiento. Al desconocer o no percibir los patrones de comportamiento de quienes se vinculan con el niño y la niña, pueden perturbarlos e incluso incrementar aún más esas diferencias de comportamiento con respecto a los demás niños considerados “normales”.
Bueno me despido esperando podamos disfrutar del conversatorio que tendremos próximamente en nuestro encuentro.

Con aprecio:
Keidys González.