sábado, 21 de febrero de 2009

Ensayos de clase compartida

Profesor y estudiante contento: un caso atípico y utópico
Jueves 29 de febrero, 7:15 a.m, aula 4 G, sección 1 de Literatura Latinoamericana y del Caribe I. Este marco es propicio para un caluroso encuentro entre los estudiantes de la especialidad de Lengua Materna y el Prof. MSc. Alixon Reyes, ilustre representante de la Generación de Relevo.
En esta grata ocasión, tuvimos la oportunidad de deleitarnos con un productivo conversatorio, cuyo eje temático giro en torno a la diferencia entre educar y formar, comentando las características que definen cada uno de estos procesos y preguntándonos cuál es el camino que abona la UPEL, ¿EDUCACIÓN O FORMACIÓN?, ¿CONSTRUCCIÓN O INDUCCIÓN?.
Para ello, nuestro compañero Alixon inició su intervención con una interesante cita del “Gabo”, Gabriel García Márquez: “Desde muy niño tuve que interrumpir mi educación para ir a la escuela”, dicha sentencia fue motivo de debate, en donde, profesor y estudiantes, referían el papel de la escuela como eje central en la vida del hombre, la cual, de acuerdo a su acción humana y pedagógica, procurará un acercamiento afectivo y efectivo entre ella y el discente.
Una espesa bruma de ideas, sonrisas, críticas y alegría inundó por completo aquel sacrosanto lugar que, jamás imaginó servir de escenario para un encuentro similar; se arremetió contra la virginidad del pensamiento heterogéneo, holístico y transdisciplinario que tanta falta hace por los pasillos del sector G de nuestra querida UPEL-IPM.
A lo largo de la mañana, mis queridos estudiantes, de la mano de mi amigo Alixon, demostraron que la pluralidad ideológica, la confrontación de ideas y la construcción del conocimiento a través de la crítica enriquecedora es posible en un marco que permita la interrelación de las diversas especialidades que hacen vida en nuestra casa de estudios.
Particular énfasis se hizo en torno a la idea de formación y educación, vinculando la visión de diversos autores con la de los participantes de la asignatura, para luego hacer un análisis exhaustivo en cuanto al rol que asume la Universidad para con los futuros docentes que germinan en el semillero educativo que es el Pedagógico de Maturín.
Las conclusiones de este debate, a todas luces insinuaban una supremacía de la formación inductiva sobre la educación constructiva, sin embargo, lo neurálgico en la discusión no fueron las posibles fallas en las que incurre nuestro sistema educativo, sino que acciones tomar, cómo procurar una educación de calidad y qué hacer para deslastrarnos de las viejas ideas que conciben al educando como una vasija vacía que debe llenarse, no importa cómo, no importa con qué, lo que interesa es rebosarla.
Simultáneamente con el desarrollo de interesantes cuestionamientos, se desarrollaba una grata dinámica de empatía entre el profe Alixon y mis estudiantes, hasta tal punto que lograron arrancarle más de una sonrisa al disertante, sonrojando sus mejillas con halagos que oscilaron entre el reconocimiento de su innegable riqueza intelectual y su gallarda figura, sólo diré que están pidiendo eufóricamente una nueva visita ya no de un extraño, sino de una amigo de la casa.
Para finalizar nuestra tertulia, compartimos la lectura de un material propicio para la reflexión, el cual contemplaba ideas de pensadores de la talla de Vladimir Maiakovski, Jean Rousseau y un extracto, ya no de un pensador, tampoco de un literato ni de ningún célebre filósofo, esta vez se trata de un grupo entero, la banda de rock Pink Floyd, famosa en el mundo entero por sus letras contestatarias, irreverentes y con alto sentido de compromiso social.
De ellos, tomamos lo siguiente titulado “Otro ladrillo en el muro”:
“Nosotros no necesitamos educación
Nosotros no necesitamos control del pensamiento
No oscuro sarcasmo en el aula
Maestro, deja a los niños solos
Hey, maestro, ¡déjanos sólos!
Después de todo es solamente otro ladrillo en el muro
Después de todo ustedes son solo otro ladrillo en el muro”.
Ésta lapidaria sentencia nos muestra la urgente necesidad de un repensar el hecho pedagógico desde una óptica de la libertad; el libre albedrío que nos permite escoger, buscar, caernos y levantarnos también debe ser parte de la construcción de saberes.
Todo cuanto he contado, por más raro e imposible que parezca ocurrió.
Un intrépido y creativo Profesor de Educación física y deporte se atrevió a visitar a unos estudiantes de Lengua y literatura, confrontaron ideas, intercambiaron sonrisas, interpelaron autores… el resultado PROFESOR Y ESTUDIANTE CONTENTO: UN CASO ATÍPICO Y UTÓPICO.
Ya que incursionamos en el ámbito musical, dedicaré una estrofa a todos mis amigos de la Generación de Relevo:
“Yo no me doy por vencido,
Yo quiero un mundo contigo,
Juro que vale la pena esperar y esperar y esperar un suspiro,
Una señal del destino
No me canso, no me rindo, no me doy por vencido”. Luis Fonsi